
Linsay Lohan es el ejemplo más claro de jovencita que se hace famosa en la adolescencia y cuando llega a los veinte años ya ha destrozado su vida y su carrera.
Demi tiene claro que no quiere acabar como Linday: "creo que es importante rodearse de gente buena y asegurarse de que tienes el apoyo de tu familia". La familia, según Demi, es lo más importante para mantener los pies en la tierra: "tengo una mamá que me daría una torta en la cabeza si hago cosas locas".